lunes, 16 de febrero de 2015

Albert Rivera, ese político que quería o fue del Partido Popular y ahora es líder de Ciudadans o Ciudadanos, según donde se viva. Ese líder de un partido que puede ser tanto de derechas, como de izquierdas, como de centro, moderados, un poco nacionalistas, vamos, de donde sea y haga falta con tal de conseguir votos. Pero sobre todo al servicio del pueblo y muy, muy respetuoso. Lástima que tanto respeto con el que se llena la boca se lo dejara en su visita a Andalucía donde dijo "Vamos a enseñar a pescar en Andalucía, no a repartir pescado".



Inmediatamente, después de su terrible cagada, entonó el mía culpa, pidió perdón y evocó a sus antepasados andaluces, pero la gente no es tonta. Cuando todos pensábamos que se había terminado con el tópico del andaluz que se pasa el día en el bar y luego durmiendo la siesta, llega este burgués de ciudad para dar lecciones al pueblo andaluz. Y digo yo señor Alberto, por ponerle un ejemplo, si usted desayuna su buen pa amb tomaca (pan con tomate), regado con un buen aceite de oliva virgen, no es porque en Andalucía cuando llega la temporada de la aceituna, ponemos un grifo, lo abrimos y sale aceite del suelo como si fuera petróleo, ¡¡¡no!!!. Es porque los jornaleros andaluces se desloman todo el año en el campo y luego en la cosecha de la aceituna para obtener ese producto conocido como oro líquido (quizás le deberíamos enseñar los andaluces a usted a recoger aceituna unos días).



Nos va a enseñar a pescar, pero no quería decir lo que todos hemos entendido, no, ni mucho menos, era una metáfora. Este pueblo andaluz que mal pensado es. Ya le digo yo al señor "pepero" que las metáforas se las deje a los poetas andaluces que las utilizaban muy bien, y él se centre un poco más en definir de una vez la ideología de su partido político, que creo que a fecha de hoy, todo el mundo tiene claro que es una filial del PP salvo ellos mismos, que intentan arañar votos con eso de decir que hoy en día los partidos los hacen y forman las personas y no las ideas.



Tengo que decir que soy Catalán de nacimiento y Andaluz de crianza, orgulloso en igual medida de ambas cosas y que desde el pasado fin de semana espero con ilusión que llegue de nuevo el sábado para comenzar a aprender del mesías político que ha tenido el placer de bajar de Cataluña a iluminar a los andaluces con su sabiduría, que generosamente compartirá con todos nosotros. Ni que decir tiene que ya me he comprado una caña de pescar y algunos accesorios.



Postdata: Señor Rivera, avíseme con tiempo de la fecha del curso de pesca para tener unas buena cervezas de la marca cruzcampo fresquitas como buen andaluz, y para echar una manta y un sombrero de paja para que no nos moleste el sol cuando nos tumbemos a echarnos la siesta.


8 comentarios:

  1. Ni soy andaluz ni catalán, ni defensor de Albert Rivera ni opositor, pero por más que leo sus palabras no veo la ofensa, intento ver esto lo más objetivamente posible

    https://twitter.com/Albert_Rivera/status/566918387595747329/photo/1

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    1. El uso de la metáfora tenía una clara intención aunque luego lo haya desmentido. Cada uno es libre de pensar e interpretar las palabras del señor Rivera.

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  2. jajajajaa Pues me parto con tu post. Lo has clavado :)

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    1. Me alegro mucho Laura. Creo que mi artículo lo comparte mucha gente. A este señor se "le ha visto el plumero" antes de tiempo, y menos mal.

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    2. Pues anda que a los de Potemos...

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  3. Yo soy andaluz y de Graná...cazi ná...como podría ser de cualquier otro sitio...por cierto. A mí Albert Rivera no me ofende, porque esa, sin duda, no ha sido su intención...no parece su estilo. Llevo siguiendo a Ciudadanos desde hace ya algún tiempo, y me parecen una opción política de lo más interesante para Cataluña, para España y para Andalucía. Los que si me ofenden, todos los días, son esos politicastros del 3 al cuarto...instalados desde hace casi 40 años en la Junta de Andalucía, llevándoselo crudo y cocinado...y gestionando la res pública de vergüenza ajena. Eso si que ofende e indigna a este andaluz de pro...

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  4. Respeto la opinión de todos, pero realmente me siento ofendida con su artículo. Ni soy andaluza ni soy catalana. Ya que usted emplea la sorna y la ironía, podría entender las metáforas del señor Rivera, que no dice que los andaluces no trabajen, sino que su principal objetivo es bajar el paro y dar más oportunidades a los que SÍ las quieren. Me parece un análisis un poco simplista el de los andaluces ofendidos, aún así Albert pidió disculpas y no ha servido de nada. Digame, como andaluz...¿No le gustaría tener más oportunidades? A mí me dicen eso para mi tierra (Aragón) y, como poco, me intereso en seguir escuchando su discurso. ¿O acaso usted no quiere aprender a pescar como cualquier persona?

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  5. Nos dan la razón a los del norte con estos artículos, con los que ya me he tenido que topar en varias ocasiones. ¿Cómo queda la imagen de Andalucía y sus ciudadanos si se sienten tan insultados por una metáfora que no habla de otra cosa que de desarrollo y emplo en una de las regiones con más paro de toda España? ¿Porqué no se quejan, o no tan vehementemente de la desgracia que tienen en la Junta? No soy ni andaluz, ni catalán, pero aplaudiré siempre el desarrollo y el trabajo. ¿Lo harán ustedes?

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